Washington D. C. – El gobierno federal mantenía ayer aún bajo evaluación una dispensa de las normas de cabotaje a una embarcación de British Petroleum (BP) con un cargamento de diésel listo para ser entregado en el sur de Puerto Rico y que puede ser crucial para el funcionamiento de la infraestructura clave tras el huracán Fiona.
Además, el gobernador Pedro Pierluisi solicitó ayer al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, una dispensa temporera a las normas de cabotaje bajo la Ley Jones para que barcazas de bandera extranjera puedan traer combustible a Puerto Rico desde puertos estadounidenses.
En la petición, dirigida al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), el gobierno aceptó por escrito que el suplido de diésel está disminuyendo rápidamente, antes de lo anticipado.
“(Es) para asegurar que tengamos abastos suficientes de combustibles como el diésel, y así no se comprometa el servicio de energía eléctrica en ninguna instalación crítica, a la vez que las empresas también pueden garantizar la continuidad de sus servicios”, sostuvo el primer ejecutivo del archipiélago en declaraciones escritas a la prensa.
